Terrorismo islamista y otros
ISIS, Daesh o como
quiera que se le llame, con su desprendido terrorismo islamista debe, según
pensamos en “A Taberna do Croio”, tras un concierto internacional serio y democrático
en combinación con ese califato causante de tanta muerte injusta y demoledora,
establecer las conversaciones adecuadas para llegar a un acuerdo de respeto
mutuo y convivencia, y así poder detener esos actos que tienen al mundo entero
con la inquietud y alarma consecuentes, en un sin vivir, más a la multiforme
sociedad que a los mandatarios. Es dentro de esa sociedad civil en donde tienen
lugar los atentados más violentos e injustificados. Los líderes de toda
política y creencias por lo que se ve salen indemnes de toda acción terrorista.
Como dice, y no sin
razón mi amigo el doctor Dámaso Díaz Otero, hay iconos que promueven debido a
su provocación expresa tales cosas, y entre ellas la imagen expuesta en la
Catedral de Santiago de Compostela de un Santiago matamoros a caballo verdaderamente
peligroso y que pudiese ser un punto de mira del terrorismo islamista. Y
recuerdo una anécdota al respecto de hace algunos años que ilustra lo dicho. Un
amigo mío de Luxor (Egipto) Hamdy Mohamed Khairy, pasando unos días en mi casa
de Fiunchedo, cuando le llevé entre otras visitas a Santiago, al ver esa
venerada y espantosa imagen de un Santiago ecuestre con gesto agresivo y blandiendo
espada, con moros muertos y decapitados por el suelo quedó aterrado. No se
podía creer que tales cosas tan espantosas pudiesen ser objeto de veneración, y
además en pleno siglo XXI. Tuve que acompañarle al exterior del templo en un
estado de shock realmente penoso. El comentario del egipcio fue demoledor: “¡Como no va haber terrorismo con tales
cosas, y además expuestas en una catedral que debiera ser ejemplo de bondad y
compasión! Esto, continuaba diciendo, más parece algo del Medievo que de la
actualidad. Es un icono decía, que alimenta las acciones terroristas. Es sin
duda fundamentalismo católico” No pude más que darle la razón. La obviedad
no conocía matices.
Pensemos por lo tanto
en estas y otras cosas ya expuestas en artículos anteriores y que ahora aquí no
vamos a repetir.
Eduardo Fernández Rivas
Lugar de Fiunchedo-Sada;
25-07-2016