miércoles, 11 de marzo de 2015

CRÓNICAS SORPRENDENTES

CRÓNICAS DEL MÁS ALLÁ Yo, qué como muchos ya saben, soy descreído de todo tipo de divinidades y milagros, he vuelto a tener uno de esos sueños que ciertamente inquietan por lo potente de su presencia. Durante la fase REM del sueño, sobre las cinco de la madrugada me desperté con un sobresalto, dando un bote en la cama al tiempo que veía a mi amigo Lito el del Moby, fallecido en septiembre de 2010, con una presencia física poderosa, al tiempo que yo no acertaba a verme. Sucedía en una sala del piso superior de una especie de hospital similar al CHUAC, donde lo había visitado durante el tramo final de su triste enfermedad. Un largo pasillo me condujo a una estancia vacía situada al fondo y a la derecha. Cuando salía, decepcionado al no hallar al amigo, de repente lo veo caminando hacia la izquierda, con aire seguro y con gesto entre adusto y agradable. Le grito desde mi alejada posición, se detiene, mira hacia mí sin verme, aunque enseguida consigue detectarme. -Hola Lito-, le dije. Me miró con cierta expresión de ausencia pero agradable. Mi ingravidez opuesta a su poderosa presencia física de alguna manera me alteraba. Me tiré de la cama y dirigiéndome a la ventana de mi dormitorio, la abrí de par en par. Era noche cerrada. La Ría de Sada lucía oscura, pero evidente, con las luces de Miño en la otra orilla. La presencia de mi amigo, todavía ganó más nitidez y corporeidad. Proyectada la imagen de aquella sala llena de gente sentada y sin rostro, que parecían hablar entre ellos, y sobre los que se elevaba la imagen perfecta de Lito. Llevaba un periódico doblado entre sus manos. Desde el fondo negro de la Ría mirándome a la cara me dijo con desgana qué estaba contento de verme pero que no era el momento. Me comunicó que me llamaría la semana próxima. Hoy tenía mucho que hacer. Otra persona, también en mi intento de visitarla cuando noté la falta de mi amigo en su habitación, no logré encontrarla, ni a ella ni su habitación. Cuando yo salía, la madre por el pasillo y sin detenerse, me hizo saber que iba a visitar a su hija. Sé quien es y está viva, al menos que yo sepa. Muy relacionada también con Lito y conmigo… ¡Qué cosas más raras suceden a un incrédulo como yo! Jugarretas de la mente. De todas maneras esperemos la llamada pendiente para la próxima semana. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo-Sada, 11-03-2015

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